Los fenicios se asientan en nuestra costa a lo largo del siglo VIII a.C., como se documenta en los centros urbanos de Los Toscanos y Chorreras. La presencia de este pueblo navegante obedece a diferentes causas, si bien el interés comercial es fundamental. Desde estos centros urbanos-marítimos, ubicados en antiguos estuarios, se desarrollará un importante y rápido comercio con el interior, en todas direcciones, aprovechando los puertos naturales de montaña.
La ocupación romana en este territorio está documentada en diferentes yacimientos, destacando la ciudad marítima de Maenoba (Cerro del Mar), desde la cual se desarrollará una sistemática explotación del medio que propiciará la creación de una prospera actividad comercial, agrícola y pesquera, destacando la industria del salazón, el denominado «garum», que habían introducido los fenicios.
Agricultura
La caña de azúcar, de donde se extrae el azúcar fue esencial en el desarrollo económico de Torre del Mar y de toda la comarca. En el año 1947 la azucarera pasa a manos de la Familia Larios, propietarios de grandes extensiones de tierra y prestamista para los pequeños propietarios. En los 70 Larios abandona la fabrica y comienza su declive coincidiendo con la diversificación económica de Torre del Mar, enfocándose en el sector turístico. Es en 1991 cuando la fabrica Nuestra Señora del Carmen cierra, aunque su huella sigue grabada en nuestro pueblo.
Hoy en día los subtropicales han tomado el relevo. Estos cultivos, exportados a toda Europa, han hecho que la agricultura de la zona experimente un auge considerable.
Pesca
Gran parte de la economia de Torre del Mar provenia de la pesca. Prueba de ello, sus barrios pequeros, las barcas en la orilla de la playa y el paso de los barcos pesqueros dirigiendose hacia el puerto de Caleta, el puerto pesquero más importante de la provincia.
